You don't wake up dreaming of McDonald's fries. You wake up dreaming of McDonald's hash browns. McDonald's breakfast comes first.
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Una nota antes de empezar. Hay episodios en inglés y en español de Anything for Selena. Esta es la conversación en español. Si quieres escuchar en inglés, vuelve a la red y selecciona la versión con el título en inglés. Producido por iLab en WBUR, Boston. Futuro. Hoy volvemos a comenzar en Ciudad Juárez. En otra gran fiesta internacional.
Esta vez es un año nuevo, en los años 90. Ahí está mi abuelita, bailando. Su rostro luce una sonrisa llena de vida. Mi mamá nena, la mamá de mi mamá, sonreía así a menudo, contagiosamente. Y en este video, ella sonríe mientras baila bien pegadita con un muchacho. Él es mucho más alto y mucho más joven que ella.
Mi mamá nena ya estaba en sus cincuentas. Él no llega a los treinta. Viste como un cholo. Pantalones de mezclilla anchos de color negro. Camisa larga de franela. Y ella, vestida, ya saben, como una señora. Pantalón de poliéster color canela. Una blusa de color canela brillante con flores rojas. Pero están bailando.
Y así siguen por horas, toda la noche. Mi familia bautizó este día como el año nuevo del cholo. Nadie recuerda bien de quién era amigo o con quién llegó. Pero tan pronto como llegó a la fiesta, entró por la puerta y este joven puso los ojos en mi mamá nena.
para confusión y asombro de todos los invitados. Esta fiesta fue en la casa de mi otra abuela, la mamá de mi papá. Así que mi mamá nena también era una invitada. Podría haber rechazado la invitación para bailar del cholo, para mantener las apariencias de una señora digna, pero no lo hizo. Rara vez lo hacía.
En cambio, bailó como lo dictó su corazón. Mi mamá lo recuerda muy bien. Mi mamá toda la noche bailó con el cholo. Se acopló muy bien el paso. Mi mamá nena, mejilla con mejilla con el cholo, mientras parientes chismosos los miraban. Es uno de mis recuerdos favoritos de la infancia. Mamá nena tenía ese espíritu. Siempre nos decía...
que nunca te importe lo que la gente diga de ti porque la gente siempre va a hablar bien o mal. La gente nunca le vas a dar gusto. La gente no te paga nada pero se quiere volver tu pues. Incluso cuando era una chavita supe reconocer el raro espíritu libre que era mi mamá nena y lo especial que era que ella fuera la matriarca de nuestra familia.
Mi mamá nena es un personaje principal en mi historia familiar. Quizás incluso el personaje principal. Pero recientemente, la forma de ver a mi mamá nena cambió. Mi forma de verla. De una manera que realmente me hizo reconsiderar mi historia familiar y mi propia identidad. Y empezó por Selena. Selena.
Hola, soy María García y desde WBUR y Futuro Studios, esto es Anything for Selena, un podcast que examina el legado de Selena Quintanilla. Este es un episodio distinto. Es muy personal.
Les quiero contar cómo a raíz de mi exploración de la vida de Selena me detuve a pensar y a enfrentar el racismo dentro de mi propia familia y dentro de México, el país donde nací y donde nacieron mis padres, y también los privilegios que me ha dado el hecho de ser una latina de tez blanca.
¿Y quién mejor para hablar sobre mi familia que un familiar? Hoy me acompaña mi tía Eva González Lúez, quien nació y creció en un México que hasta hace muy poco ni siquiera reconocía lo que ahora llama su tercera raíz cultural, los afrodescendientes.
Hola, tía. Hola, hija. ¿Cómo estás? Muy bien, muy bien. Muchas gracias por acompañarme para esta conversación. Pensé mucho en ti cuando estaba escribiendo este capítulo y estoy muy contenta de estar aquí contigo. No, gracias a ti por invitarme. Me siento muy honrada de que hayas pensado en mí para este capítulo. Claro que sí. Pues, tía, he estado pensando mucho...
en lo que hizo la presencia física de Selena tan revolucionaria, o sea, tan impactante. ¿Por qué la gente se sentía tan conectada con ella de esta manera tan profunda y tan personal? No solo en los Estados Unidos, pero también en Latinoamérica. Y mi mente seguía volviendo a estos momentos pequeños con mi mamá nena de mi infancia,
No sé si tú te acuerdas, tía, pero a veces cuando íbamos a Juárez los fines de semana, mi mamá nena me daba dinero para ir a la tienda de la esquina y compraba panque y buñuelitos y volvía con mi mamá nena que me esperaba en el sofá de la casa para ver juntas los programas de la mañana en la televisión.
Y he estado pensando mucho en esos momentos porque me llama mucho la atención lo blanca que era la programación mexicana. O sea, que toda la gente en los comerciales mexicanos se veían blancos, con ojos de color, azul, verde. Y no veías a mucha gente morena. ¿Tú te acuerdas de eso, tía? Sí, las personas que salían en los comerciales o en los programas mexicanos
No nos representaban a nosotros, representaban a lo mejor lo que la gente quería ser, pero no lo que somos o lo que éramos. Todavía hoy casi no hay indígenas en la televisión de México, en un país que supuestamente enaltece su historia indígena. Un lugar que antes de la colonización era un centro del mundo indígena.
Por eso cuando Yalitza apareció de la película Roma, apareció en la portada de Vogue, fue algo tan importante. Ella fue la primera. Y aún así hubo una reacción violenta de los actores blancos mexicanos quienes dijeron que ella no merecía ser el centro de atención mexicana.
¿Te sorprendió ver la reacción hacia Yalicia, tía? Claro, es lo que te digo, hay ese racismo institucionalizado porque alguien que no cumple con los parámetros establecidos desde la infancia...
de alguien de tez blanca con ojos de color. Lo morenito no es bonito porque alguien como ella va a merecer algo así. Ese razonamiento ignorante que todavía alguna gente piensa que tiene el derecho. El padre de Selena Abraham me dijo que cuando nació Selena, lo primero que pensó fue una bebé morenita.
La tez morena de Selena fue tan revolucionaria de ver, no porque fuera tan morena, sino porque había muy pocas imágenes de indígenas o incluso de personas de raza mixta visiblemente exitosas en América Latina. Y esto no pasa solo con la gente famosa. Nosotros también, consciente o inconscientemente,
Somos racistas con nosotros mismos. Lo vemos en momentos chiquitos, ¿verdad? Como cuando la gente dice, ay, no, esa foto no, me veo muy prieta. Sí. Eso es algo muy común en México, o sea, el colorismo, que la gente no se quiere ver más morena. Y no lo estás viendo como que tú misma estás siendo racista, porque así creciste, o sea, no lo ves. No ves la connotación negativa que eso tiene, porque dices...
Es algo que no quieres, punto. Es algo muy natural. No querer algo así. Pues de hecho, en el primer viaje de Selena a México, los periodistas la llamaron una artista del pueblo y una artista que reflejaba México mejor que la mayoría de la gente en la televisión mexicana. En sus ojos de color café, su piel morena y pensar en la identidad de Selena.
inevitablemente me hizo pensar en la mía. Porque este podcast tiene sus raíces en mi experiencia como mexicana estadounidense de primera generación en los Estados Unidos. Cómo me han moldeado mis raíces mexicanas. Y mis raíces mexicanas están completamente ligadas a mi mamá nena. Amar a mi mamá nena significaba amar quién era ella, ¿no?
¿Y quién era ella? Era mexicana. Me preparaba mole, mi platillo favorito, hacía tamales en Navidad. Entonces nuestro amor para mí estaba fundado en tradiciones mexicanas. ¿Tú piensas en mi mamá, nena, sí, tía? Claro que sí. Es recordar todo lo que ella nos enseñó, el concepto de la familia, de estar unidos.
El de reunirnos para comer, para las festividades, para reunirnos y bailar. Eso es lo que esperábamos el tiempo cuando estábamos niños, de que pasara la Navidad o hubiera fiestas.
porque sabíamos que era comer y bailar. Comer y bailar. Y ella siempre para mí era como la alma de la fiesta. Siempre muy sonriente, siempre muy vivaracha, siempre haciendo bromas, sonriendo, con una actitud muy positiva, muy bonita. Tu mamá nena, que es mi mamá, y que las dos queríamos mucho, era una persona que se daba a querer. ¿Qué te pareció la vida de tu mamá?
Y ese pueblo, o sea, la gente a la que se referían los periodistas mexicanos, esa es mi mamá nena. Su piel de un tono chocolate profundo, más oscuro que la de Selena en realidad. Y empecé a pensar en esos momentos en el sofá, en los sábados, por la mañana con mi mamá nena, cómo su pelo corto crecía hacia arriba.
enmarcando su rostro como una corona de espirales. Y pensé en cómo vería a mi mamá nena ahora. Pensaría yo que quizás ella era negra o en parte negra o indígena y negra. Y yo sé que tú has pensado algo similar. Sí, sí.
Y lo pensé porque los hermanos de ella, tu tío Adán y tu tía Eva, ellos eran blancos, de tez blanca y de ojos de color, los dos. Y mi mamá era lo contrario de ellos dos.
morenita con ojos oscuros, con el pelo chino, como un afro. Y me hacía pensar eso. Pues yo recuerdo, mira, haber escuchado comentarios un par de veces en mi infancia, en mi adolescencia, sobre cómo mi mamá nena tenía piel blanca,
facciones como una persona negra, pero nadie habló de ella como si ella fuera negra, ¿verdad? Solo que ella tenía estas características que a veces parecían negras. Y después de su muerte, o sea, la foto más común que vi exhibida de mi mamá nena
Fue una de ellas cuando era adolescente. Ya sabes la foto. Sí. En esta foto había sido ella claramente retocada, ¿verdad? Donde su piel se ve mucho más clara que lo que era. Y esta fue la foto de mi mamá nena que puse en todos los apartamentos en los que he vivido. Así es como la he visto estos últimos 20 años de mi vida. Editada para ser...
Una mujer de piel blanca. Pero recientemente revisé unos álbumes de fotos familiares y me sorprendió saber lo diferente que se veía de esa vieja foto como glamour shot mexicana, ¿verdad? Sí. Y aquí está, o sea, la matriarca de nuestra familia, una mujer, la que hemos, para mí, o sea, mitificado y sin embargo...
Sí.
No era lo bonito, no era lo agradable, no era lo que la gente deseaba. Entonces, si era un tema, era para ser un tema de rechazo o despectivo. En el caso de tu mamá nena, pues tu mamá nena era muy querida y ese tema no tenía lugar. Y ella nunca lo trajo a colación, recordó o lo mencionó, porque no era algo de lo que ella, no sé si estaría orgullosa o lo ignoraba,
¿O qué había pasado a ella? Porque te digo, me imagino que, no sé si había alguna diferencia de que mis tíos eran tetes muy claras y ella molinita. Cuando comencé a escribir el podcast, claro que esperaba explorar el ser físico de Selena, ¿verdad? Sus características, su fenotipo y por qué importaba eso.
Y cómo nuestra percepción de su piel morena quizás ha evolucionado a lo largo de los años. Pero esa exploración me obligó a mirar hacia adentro. Me obligó a enfrentar la raza en mi propia familia. Y en el mismo año, también mi tez blanca, ¿verdad? Y la tez morena de mi mamá nena. Porque me tuve que acordar
Sí, sí.
Venía muy contenta con una sonrisa porque había nacido una niña muy blanca con ojos de color. Para ella era un orgullo tener una nieta blanca con los ojos de color y hermosa. He escuchado esta historia toda mi vida, de cómo mi mamá nena se maravilló en mi test de piel, ¿verdad? Y cómo me presumió a los doctores y que estaba...
Caminando por los pasillos del hospital y diciendo, miren, miren qué blanca nació mi nieta. Pero este proyecto se me ha obligado a mirar aún más profundamente y a mi vida y seguí volviendo a mi mamá nena y la historia de cómo reaccionó el día que nací. Y tía, tú sabes, mi hermano es moreno.
Y yo no he oído toda la vida sobre cómo la gente se asombró sobre su piel cuando él nació, ¿verdad? No es una historia que se cuenta cada rato, ¿verdad? Y en pensando cómo la piel blanca ha sido preferida en México y mi propia mamá nena, o sea, su hermana, como tú dices, y su hermano eran blancos con ojos claros. Pero nunca hablamos mucho sobre las características de mi mamá nena, ¿verdad?
Y definitivamente nunca hablamos de ella con la admiración que la gente hablaba de las características de su hermano con ojos azules. ¿Tú has pensado en eso? No lo he pensado, no lo he racionalizado o analizado porque así crecí. Pero así noté la diferencia entre mi mamá con su color de piel más oscuro
mucho más oscuro que el de mi tía y el de mi tío. Y como dices tú, siempre mencionando, incluso uno mismo diciendo, ah, yo tengo un tío que tiene los ojos de color azul. ¿Y qué te pasa por la mente ahorita cuando te pones a pensar? Pues sí, en cómo hablábamos de los hermanos de mi mamá nena, pero no en ella. De alguna manera fue bueno que mi mamá no creció un resentimiento.
Nunca noté en ella un resentimiento en su forma de hablar, de decir que ellos son blancos o que ellos son más claros de piel que ella. Nunca hubo un comentario así por parte de mi mamá. Y eso para mí está bien porque ella no tuvo ese trauma. Y si lo vivió, nunca lo hizo suyo. Yo creo por eso no lo pensé, porque nunca vi el rechazo o el resentimiento por parte de ella.
Esto es Anything for Selena. Ahora regresamos. La dosis de Evglis, la brichizumab LBKZ, una inyección de 250 miligramos por 2 mililitros es apropiada.
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Bienvenidos de vuelta a Anything for Selena.
Fue solo este año, cuando te entrevisté a ti y a mi mamá, que supe del tío Lito, el tío de mi mamá nena, quien tú me has dicho, mi mamá me ha dicho que él era un hombre negro. Y comencé a pensar en otras historias familiares, o sea, como la historia de uno de mis tíos, de uno de tus hermanos, Seba, o sea, ha nacido el más oscuro de los hijos de mi mamá nena,
a quien maltrató la mamá de mi mamá nena verbalmente. Y siempre hemos oído que era porque le pusieron el nombre de su padre mujeriego. Pero tú y yo hemos hablado de cómo su piel, de mi tío, pudo haber contribuido a la discriminación que él enfrentó de parte de su abuela. Y era como un pretexto más de rechazo. Pues era el decir...
Negro Mojino. Y es una expresión despectiva que le decía así cuando se enojaba con él. Y era como algo más que se agregaba, aparte de lo del nombre. No fue lo principal, pero fue algo que tuvo peso y que contribuyó. Recientemente leí que tu abuela materna
Es la clave para comprender el trauma y la alegría que se te ha transmitido a través de tu ADN. Porque cuando nuestras madres estaban en el útero de nuestra abuela, el óvulo que nos haría ya se había formado en el cuerpo del feto de nuestras mamás. Para mí, mi fuente de vida es mi mamá nena. Entonces, ¿qué significa que vengo de una mujer cuya...
Negritud cuya raza nunca fue reconocida, nunca fue explorada. Una mujer que se maravilló con mi tono de piel, pero creció en un mundo que negaba el de ella. Y para mí significa que la historia de mi familia todavía está atada al sistema de castas del colonizador. Y ahora tengo una opción, una lección para mirar adentro
para poder transmitir un legado familiar a mi hijo que honra nuestras raíces. Pero ¿cuáles son esas raíces, verdad? Exactamente. O sea, como mucha gente en un país colonizado, realmente no lo sé. Se pierde. La colonización me quitó estas respuestas. Y a su paso, aquí estoy, tía, intentando todavía averiguar a dónde pertenezco.
Y me da miedo a veces hablar de raza de esta manera porque me siento un poco expuesta, ¿verdad? Pero siento que lo tengo que hacer. Sí. Y ahorita que estabas mencionando eso, me acordé de mis tiempos en la primaria en México. Cuando teníamos la materia de ciencias sociales y hablaron de la colonización social,
Se hablaba de que vinieron los españoles, se hablaba de los criollos, del mestizaje y a lo que eran los hijos de indígenas y españoles. Y el último, probablemente uno o dos enunciados, eran los mulatos, que eran los hijos de Ettenegra con otra mezcla. Pero eran como la última clase de todas las clases. Eran lo último.
Entonces, ¿cómo no enfrentar yo ahorita como adulta, verdad? Mi propia blancura, o sea, ha estado ahí desde el momento en que nací. Y confrontar el racismo no nomás es reconocer cómo hemos ignorado y discriminado hacia la piel morena y la piel negra, pero también exaltado y preferido la piel blanca.
es reconocer que mi piel blanca en un mundo racista me ha brindado privilegios. Me trajo elogios de mi mamá nena en el momento en que vine al mundo. Así que este año, el año en que Selena me llevó a mis raíces, me llevó a mi mamá nena, a nuestra historia compartida, es el mismo año que interrugué a mi blancura.
Y no lo he resuelto todo, pero dejé de llamarme mujer de color. Cuando se lo mencioné a mis amigos, algunos no lo entendieron, porque de alguna manera todavía he enfrentado discriminación en los Estados Unidos por ser mexicana, ¿verdad? Y en verdad, Eva, nunca me siento 100% segura, o sea, completamente a gusto, cómoda, cuando estoy con solo gente gringa.
Pero sé que es mi origen étnico mexicano lo que me ha traído esa discriminación, no necesariamente el color de mi piel. O sea, mi origen étnico no niega los privilegios que mi tono de piel me ha otorgado en un mundo de supremacía blanca. Pues ya pienso en el resplandor bronceado de Selena.
Qué raro se sintió presenciar ese resplandor porque cientos de años después de que los colonizadores europeos trajeron consigo el concepto de superioridad blanca. Pero qué pasa si descolonizamos como pensamos de Selena?
Y si celebramos su belleza, su esencia, su impacto, porque ella era simplemente sublime, una luz en el mundo que hizo visibles las cosas que habían sido borradas.
como en su último concierto. ¿Te acuerdas de su último concierto? Que sale en el Houston Astrodome con su traje morado y se solidificó como una diva total cantando disco. Un género que nació de la gente negra y queer.
Y sigo pensando en Disco Medley, en esas canciones que cantó The Disco al principio de su concierto, por algo que la profesora Deborah Paredes me había señalado, que Selena en el escenario con su bailarín negro Don Shelton, bailando, riendo juntos, es una representación visual de África en las Américas.
Esa ascendencia indígena y negra está vinculada en este continente. Selena le dio vida a una conexión que históricamente ha sido borrada. Tía, que sí honro a mi mamá nena, no solo porque sobrevivió en un país y una cultura diferente,
que borraron su herencia, pero porque ella era simplemente hermosa, dentro y afuera. Una abuelita que amaba ferozmente, quien me enseñó a reír a lo grande, fuerte y sin vergüenza, quien me enseñó a vivir mi vida sin tratar de complacer a todos.
caminar a mi propio ritmo como ella lo hizo. Yo sé que ella te enseñó, tía, eso también. Para mí, mi mamá era mi mamá. Yo no sabía si era color blanca o morenita. Para mí, era mi amor por mi mamá. Ella era mi mamá, mi mundo. Es el ancla que me trajo a este mundo.
Y pensando en lo que dijiste de Selena, ella abrió la puerta para aceptar la tez morena y ver lo positivo y aceptarlo y verlo con gusto y tener ese gusto por verlos, por ver a alguien de color moreno que es agradable, que te hace reír, que te hace bailar. Abrió la puerta para tener esa aceptación.
Pero yo ya lo tenía porque ya tenía a mi mamá y nomás a lo mejor fue haberlo aceptado de que alguien en la televisión estuviera morenita y me gustara. Pues Evita, tú este año tuviste dos bebés. Sí. Mexicanos como tú y afroamericanos también, como tu esposo William. ¿Tú ves a mi mamá nena en tus hijos? Sí, sí.
De hecho, uno de ellos me recuerda mucho a mi mamá. Esra se ríe mucho. Y no sé, yo le veo muchas cosas de mi mamá a él. Evie, tu otra hija, es muy parecida a mi mamá nena. Yo digo que Evie es la nieta más parecida a mi mamá nena. Sí, estoy de acuerdo. Varias personas de nuestra familia están de acuerdo. Sí, sí.
Y es la más morenita de mis hijos también. Bueno, de ellos, de los primeros tres. Pues pienso en cómo hubiera sido si mi mamá nena estuviera aquí. Si hubiera vivido para ver a sus bisnietos morenos como ella. La imagino bailando como siempre, siendo el alma de la fiesta. Pero ahora agarrándose a sus bisnietos más.
en lugar de un cholo. ¿Te acuerdas del cholo? Sí, que bailó muy romántica y no le importó quién estuviera viendo y se lo estaban juzgando, pero ella bailó. Sí, sí, esa es una de las memorias más bonitas que tengo de mi mamá nena, que ella se divirtió, que ella no le importó las apariencias, pero incluso si ella no está aquí,
Espero que sepa cuánto la sigo admirando, cuánto quiero que el mundo reconozca su belleza, cuánto quiero honrarla. Y tal vez la mejor manera de hacerlo es haciendo mi parte para crear un mundo donde las mujeres, las niñas como mi mamá nena, estén seguras, sean vistas, sean amadas, sin tener que desear nada.
o admirar la tez blanca. Evita, muchas gracias. Te lo agradezco mucho, tía. Gracias a ti por invitarme, por darme esta oportunidad de poder compartir y poder hablar de algo que no habíamos hablado. Yo siempre te he admirado. Yo siempre le digo a todos mis amigos y a mis amigas que tú fuiste...
La primer feminista que conocí. Sí. Y te lo agradezco mucho. Gracias, mija. Tú quebraste las cadenas. Sí. Hay un cierto orgullo en eso. Gracias, Eva. Ella fue mi queridísima tía Eva González Luez.
quien me acompañó a entender y descubrir otro lado de mi familia a través de la vida de Selena. Acompáñanos la próxima semana cuando concluiremos esta conversación sobre Selena y su legado en el último episodio de la serie.
Anything for Selena es una coproducción de WBUR, la estación de noticias de NPR en Boston y Futuro Studios. Soy tu host, María García. Nuestros productores son Kristen Torres, Antonia Serejido y Juan Diego Ramírez, con el apoyo de producción adicional de Frank Hernández, Sandra Riaño y María Alexa Cavanaugh.
El diseño de mezcla y sonido son de Paul Vytkis, Leah Shaw y Stephanie Lebeau. Nuestro editor es Marlon Bishop. Edición adicional es por Sofía Baliza Carr. Y Ben Brock Johnson es nuestro productor ejecutivo de podcasts en WBUR. Ileana Galvez creó la ilustración para esta serie.
Obtenga más información sobre Anything for Selena en Twitter e Instagram arroba selena-podcast y en www.wbur.org diagonal Anything for Selena